Theodora

(2021)

“El corazón de la gente atravesado por las espadas del hambre”: cómo Theodora de Händel dialoga con la obra de la teológa feminista argentina Marcella Althaus-Reid.

Por un lado, un oratorio escrito y compuesto en el siglo XVIII sobre una mujer considerada indecente en el siglo IV. Por el otro -y por el mismo- la oratoria de una teóloga argentina autoproclamada indecente en los siglos XX y XXI: Theodora de G. F. Händel y la palabra furiosa y radical de Marcella Althaus-Reid. ¿Por qué juntas? Porque ante el poder político y el oficialismo religioso, la desobediencia siempre fue un rasgo estructurante de ciertos cuerpos y no de otros; el de las mujeres, primero. Y porque la vida mártir no reconoce siglos. Quienes mueren por una causa, a menudo mueren sólo por existir, por indecentar con su mero peso la causa central del mundo.
Como ficción, Theodora comparte con la vida y la obra de la escritora una fe en la insubordinación; la certeza de que no habrá tiranía capaz de alterar el destino de quienes nacen resistentes a sus llamas. El cruce de la pieza del compositor alemán con la producción escrita de la investigadora argentina, fallecida en Escocia en 2009, marca un recorrido que va de la experiencia de una cristiana perseguida al testimonio de una cristiana pervertida. Para Althaus-Reid, la per-versión es un modo nuevo, “una vuelta dada” o un camino elegido para “el dietario vital”. Otra versión de la identidad y la religión, para que ninguna de las dos sea ni tan fija ni tan esquelética como imagina e impone una administración o aquel Imperio. ¿El placer reconoce su dependencia del sacrificio? ¿Las virtudes virginales detienen o activan el valor inherente a esa celestialidad? ¿Caridad y misericordia de quiénes hacia quiénes? Sentenciada, Theodora se despide de este “mundo hipócrita” y espera el premio que acaso le otorgue su esperanza. Excluida por esa misma hipocresía, Marcella orienta sus trabajos a la denuncia académica de un catolicismo constructor de normalidad, vale decir, exterminador de las diferencias. Antes y después, la autoridad religiosa cambia de signo más no de dictamen. Para el Gobernador de Antioquía, la cristiandad es una secta despreciable. Para Althaus-Reid, un capítulo histórico que hay que sentarse a escribir “sin ropa interior”, atentos a la pobreza latinoamericana de los 70 en adelante y sus primeras víctimas, las mujeres y las disidencias.
No es sólo por el dolor y la resurrección como posibilidad que Theodora y Marcella coinciden es este intercambio suprasecular. También es por el debut de ambas en la Argentina. Nunca antes el país produjo el oratorio de Händel y nunca antes traficó con fuerza el pensamiento de una de las feministas más insurrectas de sus archivos recientes, responsable de una articulación entre género y clase que ubica a la espiritualidad en la cima de la transformación. Un desembarco doble en un presente que -al decir de Marcella- necesita sensibilidades dispuestas a reclamar por “el corazón de la gente atravesado por las espadas del hambre”. El hambre siempre es el sacrificio. El sacrificio siempre es de las mismas.

Franco Torchia

Las fotos son gentileza del Teatro Colón (©Máximo Parpagnoli y Arnaldo Colombaroli) & Diario Clarín / The photos are courtesy from Teatro Colón (©Máximo Parpagnoli and Arnaldo Colombaroli) & Diario Clarín